- El académico de la Facultad de Humanidades, Mauricio Olavarría, advierte que los involucrados en el millonario atraco acaecido en el aeropuerto de Santiago, demostraron tener experiencia delictual, arrojo y una alta capacidad de coordinación, “con características casi militares”.
Como “altamente coordinados y entrenados” describió el experto en seguridad y académico de la U. de Santiago, Mauricio Olavarría, a los autores del robo de 6 mil millones de pesos a un camión de Brinks en el aeropuerto capitalino.
El especialista asegura que en la operación, que duró tan solo 10 minutos, los delincuentes demostraron “organización e inteligencia criminal”.
“Aquí existió un proceso de obtención y estudio de información antes del robo por parte de los criminales, datos que fueron utilizados para planificar detalles tales como costos y beneficios de la operación, el tiempo involucrado y la probabilidad de ser sorprendidos”, indica Olavarría.
Según el académico, a partir de las características del atraco, “podemos deducir que actuaron personas con entrenamiento en estos temas, es decir, claramente no son primerizos. Mostraron una alta capacidad de organización y arrojo, además de gran disciplina, pues ejecutaron cada paso del plan con una evidente capacidad operativa que, probablemente, haga muy compleja su captura”, sostiene el experto.
“Lo más probable -agrega Mauricio Olavarría-, es que cada uno de los delincuentes hubiese tenido un rol definido, con alguien a cargo de dirigir la operación. Es decir, este grupo mostró características de organización militar en su proceder”.
Para el académico de la U. de Santiago, el robo “nos recuerda hechos como el escape de los frentistas detenidos en la cárcel de Alta Seguridad en 1996, operación en la que también existió una coordinación rigurosa, con entrenamiento militarizado de por medio y con gran arrojo por parte de los involucrados”.
“El asalto en el aeropuerto de Santiago rompe con las características de la criminalidad en Chile”, afirma el especialista y agregó que, por lo general, en el país, “se producen robos de poca monta o, en lenguaje coloquial, de rateros”.
“En los estudios que he realizado vemos que el costo de los delitos en Chile es relativamente bajo en comparación a lo de otros países de América Latina. No vemos casos de secuestros, extorsión o robos de mayor magnitud. Es por ese motivo que este hecho delictual escapa de lo habitual en el país, y nos llama tanto la atención”, subraya el académico de la Universidad de Santiago de Chile, Mauricio Olavarría.